Bienvenidos a nuestra Editorial

Hace años, haciendo honor a nuestros ancestros, un 16 de marzo, se reunió un grupo de socorranos en Bucaramanga. Movidos por la nostalgia y el amor a la tierra, se decidió la creación de la Fundación Socorranos en Acción.

Nos motivaba el deseo —el mismo que nos alienta hoy— de reunir a las distintas generaciones de socorranos alrededor de ideas y proyectos que permitieran que el Socorro fuera reconocido nacionalmente por el aporte que le ha hecho a la historia de Colombia

Ha sido un largo camino. Hoy nos sentimos fortalecidos con la vinculación de un número cada vez más amplio e importante de coterráneos deseosos de contribuir al progreso de nuestro querido Pueblito Viejo.

Como parte del desarrollo institucional de la Fundación, hoy y el primer lunes de cada mes en esta página web publicaremos el Editorial, que tratará diversos temas de importancia y motivará a nuestros lectores a la reflexión.

El Socorro nos necesita. Los invitamos a la conformación de una fuerza en la que nos reunamos todos alrededor de la socorranidad, ese sentimiento grande y noble que nos alimenta a todos, para trabajar en una verdadera transformación de la ciudad.

Anhelamos que sus calles vuelvan a ser plateadas, como en la canción emblemática, que haya un verdadero civismo y se respete lo que aún nos queda del patrimonio arquitectónico. Que no se demuelan las viejas casonas que fueron testigo del acontecer histórico. Que rescatemos la Casa del Virrey, la del Canónico Rosillo, el Capitolio, la Plazoleta de los Capuchinos y tantos otros lugares patrimonio de la nación y símbolo de nuestra nacionalidad.

Necesitamos salvar la Basílica, porque, si bien hoy hemos logrado que los gobiernos municipal, departamental y nacional contraten los primeros auxilios, esto es solo el primer paso para lograr su completa reparación. El Gobierno nacional debe adoptar las medidas necesarias para salvar este bien, que es patrimonio cultural de Colombia y es, además, un emblema religioso y una gran obra arquitectónica.

Se ha hablado durante mucho tiempo de la necesidad de trasladar la vía nacional, la famosa variante, a las afueras del municipio. Aún no ha pasado de las primeras etapas, mientras vemos que en otros lugares se contratan obras públicas de gran envergadura. Nuestro Socorro continúa olvidado, esperando que ocurra una tragedia para que se hagan las apropiaciones y se firmen los contratos.

“Me duelen tus penas, Socorro querido”, cantó una vez nuestro gran José A. Morales, y hoy, muchos años después, nos sigue doliendo el alma y luchamos por el renacer de nuestro terruño para recuperar su preponderancia nacional.

Necesitamos muchas voluntades. Este no es un grupo político ni de personalismos de ninguna clase. Queremos ayudar a las autoridades con propuestas que permitan un avance efectivo y concreto, y colaborando con ellas en el desarrollo de sus proyectos.

Pero necesitamos que nos oigan, que nos apoyen y que nos permitan ayudar.

Los esperamos a todos, socorranos e hijos de socorranos de todas las latitudes:
Nuestras puertas están abiertas para recibirlos, pues solo con una gran fuerza podremos pasar de los sueños a la realidad.

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